A
diferencia de otros animales, las estrellas de mar digieren las
presas por fuera ya que su estómago es reversible. Con sus miles de
pies ambulacrales que terminan en ventosas, sostienen la comida
aferrada a la parte ventral de cualquiera de sus brazos. Poseen un
estómago dividido en dos sectores: el cardíaco y el pilórico. El
estómago cardíaco puede revertirse y expulsarse hacia el exterior,
posibilitando la digestión externa. La estrella de mar revierte este
sector del estómago, lo proyecta hacia el exterior y lo introduce en
la presa a digerir (por ejemplo dentro de un mejillón, de algún
otro molusco bivalbo, de un caracol o, como se aprecia en la imagen,
dentro de la pinza de un cangrejo). La digestión extraintestinal
toma unas 10 horas, y durante todo ese tiempo esta porción del
estómago permanece en el exterior de la estrella de mar y en el
interior de su presa.
Predadoras
y carnívoras, se alimentan de moluscos,
crustáceos
y
otros animales marinos. Puede comer cualquier cosa del tamaño de su
brazo o menor. En ocasiones forman plagas que dañan seriamente las
poblaciones de bivalvos
de
interés comercial, como el mejillón.
Se tiene la creencia general de que éstas pican introduciendo veneno
en la capa exterior de la epidermis, provocando así un
enrojecimiento de la zona afectada parecido a un lunar. Está
demostrado[citarequerida]
que esto no es verdad, ya que son totalmente inofensivas ante el
tejido de la piel humana.
Aunque
muchas de ellas son hermafroditas
y
pueden desovar tanto óvulos como espermatozoides, también pueden
tener un curioso sistema de reproducción
asexual.
En este tipo de reproducción, la estrella de mar, se puede regenerar
totalmente
a partir de un solo brazo que por cualquier razón se haya escindido.
Habitan
los fondos marinos, arenosos y rocosos.